Día 4 de Abril de 2013, a
las 22:00. O también conocida, como la noche en que el ’99 llegó hasta Abril.
Nada más bajarte del coche y acercarte a la Sala Stereo, veías una cola
descomunal que empezaba en la puerta y terminaba casi donde empezaban las otras
salas. Increíble, pero cierto: todos los lesbianos estábamos esperando el gran
momento. Con un nudo en el estómago, por miedo a quedarnos fuera (ya que los
que hemos acudido en otras ocasiones sabemos que el sitio es un tanto pequeño),
hacíamos cola casi cruzando los dedos para poder entrar.
Después,
de lo que supo a eternidad nos encontrábamos en la puerta, y si, ¡ENTRAMOS!. El
nudo del estómago desapareció, pero los nervios esos del momento antes del
concierto seguían palpitando por cada poro de nuestras pieles. Y allí, en ese
pequeño lugar estábamos todos los lesbianos ansiosos por ver aparecer a Love
Of Lesbian. Que para quien no los conozca, son un grupo de indie catalán, que
llevan dando “por saco” en el mundo de la música desde 1997, y que alcanzaron
su máxima fama con el álbum de “1999”,
que es algo así como sinónimo de perfección para sus seguidores.
Tras
una corta espera, los muchachos empezaron a hacer acto de presencia mientras de
fondo sonaba “Orden de desahucio en mi
menor”. Abrieron el show con “Nadie por las calles”, canción de su
último trabajo. Tras una calurosa bienvenida por parte del público,
prosiguieron con “El hambre Invisible”
otro de los temas de su nuevo álbum. Santi Balmes, nos saludaba con entusiasmo
y nos dedicaba algunas de sus mejores risas, para luego seguir promocionando “La noche eterna. Los días no vividos”
con la hermosa canción de “Belice”
destacable sin duda por su buena letra. Los lesbianos continuaron con “La noche eterna” y “Wio, antenas y pijamas”, canción de la que hace poco realizaron un
videoclip distinto a los anteriores ya que no fue producido por la ilustradora
y amiga de la banda Lyona.
Fue el
turno, entonces de los fans acérrimos de los antiguos trabajos de LOL, y haciendo
un guiño a “Maniobras de Escapismo”, tocaron
“Domingo Astromántico”, haciendo que
nos deslizáramos como si fuéramos de viento.. Por fin, la banda se decidió a
recordarnos, porque nos enamoramos de ellos: comenzando a tocar las canciones de 1999, el álbum
estrella de la formación que cuenta la historia de amor vivida por Santi aquel
año, que parecía ser el fin del mundo. Eso si, lo malo de la interpretación de “Allí donde solíamos gritar” es que no
era la original que se encuentra en el cd, si no un remix un poco “ugh” que han
hecho. Que desde mi punto, supone el destrozo de una gran canción.
La
noche eterna, continuaba con “Las malas
lenguas”, tercer tema de “1999 (o cómo generar
incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)”, canción que nos recuerda lo que supone un rumor. El
espectáculo, proseguía con “La niña
imantada”, tema que nos hizo sonreír a todos al volver a recordar el álbum de
“Cuentos chinos para niños del Japón”. “Si salimos de esta” fue la opción
elegida por los chicos para seguir con la noche y advertirnos que nada es
imposible y todo lo malo tiene su final. Fue entonces, llegó uno de los momentos
clave de la actuación, Santi nos invitó a subirnos al taxi, y escuchar así “1999”. Seguramente, a más de uno se le
dibujó una sonrisa melancólica y un suspiro nostálgico se le escapó de entre
los labios.
Todos los fans de Love Of Lesbian, nos
transportamos y en vez de estar en la Stereo con ellos, nos encontrábamos en
otra época observando al gran telepata de Dublín con “Club de fans de John Boy”. Dicha canción, tampoco se salvó de la
manía que tiene ahora el grupo de alargar todos sus temas hasta su casi
deterioro y cagada para ser francos. Pero, a pesar de ellos todos permitimos
que pasaran a nuestros infiernos y bailamos como locos.
Así, finalizaba la primera parte de la actuación lesbiana para
dar paso a un pequeño descanso de 10 minutos. Mientras algunos aprovechaban
para recargar sus vasos, otros para hacer sus necesidades, Love Of Lesbian en
nada y menos volvían a subirse al escenario para contarnos la historia de amor
de Bala y una cora blanca con “Pizzigatos”.
Otra vez, nos hacían enloquecer con el electrizante ritmo de ese tema y
olvidarnos de todo los males al bailar. Para no perder la sintonía, Santi
empezó a maullar: ¿Qué como es mi vida
sin ti? , ¡Pues por fin si que es vida!. con “Miau”,
canción número de 12 de “1999”.
Con el carisma desbordante que rebosa en
Santi, nos advirtió de que todos debemos ser capaces de decir como “Me amo”, a nosotros mimos, nuestros
jefes y nuestros amantes: “¡TÚ YA NO PUEDES HACERME DAÑO!”. Tema de los más
destacables en el cd de “Cuentos chinos
para niños del Japón”. Para animar más la situación y hacer gala de su
colección de sombreros, Santi nos dejó muy clarito que si alguna vez se ríen de
nuestra “dislexia corporal o falta de coordinación al bailar” debemos decirles:
“Si tú me dices Ben, yo te digo Affleck”.
Aunque nosotros teníamos unas enormes putas
ganas de seguir el show, el final empezaba a respirarse en el ambiente, pero
como decían los catalanes: AÚN QUEDA MÁS. Y nos lo demostraron con “Algunas Plantas”,
“Los toros en la Wii” y “Los días no vividos”. Creíamos ya
ver el fin, pero aún había tiempo para dos temas más.
Podríamos etiquetar el siguiente momento
como el cumbre de la noche, porque cuando empezaron a entonar las primeras
notas de “Incendios de nieve”, una
sonrisa estúpida se hizo dueña de los rostros de la gente, y todos empezaron a
silbar. Nuestros corazones ya tenían la esencia lesbiana en su interior, pero
tras aquel instante ya seríamos suyos para siempre.
Ya está. Ya se iban, ya se comenzaban a
despedir, “¡OTRA, OTRA, OTRA!”: fue el grito de guerra del público para impedir
que los muchachos se marcharan. Y surtió efecto, pues se atrevieron a andar por
los cables. “Oniria e Insomnia”:
sería la canción elegida como broche de oro para cerrar una noche, que a pesar
de los alargamientos feos de las antiguas canciones, sería eterna. A pesar, de
saber que era el final, no fue tan doloroso como creíamos, pues con “Los niños del mañana” se fueron
marchando uno a uno los integrantes del grupo. Supongo, que al fin y al cabo
más de uno sabíamos que “será un reencuentro inesperado en noche azul”.
Pilaria Shephard Djoko.