Tras una larga hora y pico de espera, la sala se oscureció quedando un foco alumbrando el escenario. Tras unos segundos que se nos hicieron eternos a los allí presentes, los miembros fueron subiendo al escenario. Paco con su característica pero adorable timidez, se presentaba junto a sus compañeros. Y así, empezó el viaje.
Con “Lovers”, tema de su segundo álbum de estudio, daban rienda suelta al viaje que emprenderíamos junto a ellos a un mundo de sentimientos y emociones internas. El silencio se palpaba como algo espeso, ya que todos estábamos atentos a lo que aquellos reyes del mundo interior nos trasmitían a través de sus notas y su música. Después de esos deliciosos seis minutos de inicio, era el turno de “Jane” cuarto tema de “The Family Plot”. Con esta segunda canción del espectáculo, la atención del público no decaía, todos seguíamos ansiosos por proseguir con aquel despliegue de sentimientos.
El show siguió con “My Dad” canción perteneciente también al segundo cd. Con la quinta
canción del setlist y casi llegando al ecuador del concierto nos recordaban la
maravillosa canción de “La Yo” de su album debut “Plastic Heaven”. Con esa
canción cargada de positivismos conseguíamos apartarnos un poco las lágrimillas
de los ojos, pero aún nuestros corazones seguían en trance por toda la
corriente que estaban recibiendo de los más puros sentimientos del grupo a
través de los sonidos de la guitarra, el bajo, la batería, el teclado y como no
de la bonita voz de Paco.
Con una
sonrisa en el rostro, los murcianos proseguían con “Friends”, tema también de
su segundo album de casi ocho gloriosos minutos de duración. Tras la
interpretación de esta canción, llegamos si, al ecuador y con ello al punto
medio del concierto junto a “I Have The Will”. Paco se desprendía entonces de
su guitarra eléctrica y acariciaba las cuerdas de una acústica, mientras
entonaba “I have no guilt…”.
Sin embargo,
uno de los puntos clave de aquella noche se avecinó en cuanto empezaron a sonar
las primeras notas de “Plastic Heaven”. Canción que da nombre al primer álbum de la banda, y que además cuenta con un videoclip. Con corazón en mano, los ojos
cristalinos y la respiración entrecortada podría afirmar que todos los allí
presentes prestábamos totalmente nuestros oídos a aquella canción con tal aire
de nostalgia y melancolía que se te cuela entre los huesos y te produce un
escalofrío.
Tras aquel instante, era el momento de “Hell” canción que sirvió de adelanto del nuevo
album grabado por la banda junto a Ken Stringfellow y titulado “Bye Fears. Hi Love”, cuya
gira ya está en proceso. Este tema, nos dejó un buen sabor de boca, donde ya
eran observables los cambios en el sonido de Neuman. Ahora el grupo, entonaba
unos sonidos más alegres, sin abandonar esa esencia melancólica propia de los
días de lluvia que tanto nos encanta a sus fans.
“Doggy” y “The
Family Plot” fueron las dos penúltimas canciones escogidas para ese fin de
gira. Ambas pertenecientes a su segundo trabajo y que nos dejaron con ganas de
más. Pero, tras la interpretación de estas vimos como los muchachos abandonaban
el escenario, dejándonos con un nerviosismo latente en el ambiente, al no saber
si volverían o no.
Pasados unos
minutos, poco a poco, los músicos fueron apareciendo uno a uno y bajo un halo
de luz provocado por el único foco que alumbraba aquel momento. Conforme iban
llegando empezaban a tocar los primeros segundos de “Sil Fono”. Y cuando subió
Paco al escenario la canción se iba desarrollando en todo su esplendor. Pasito a pasito, íbamos avanzando en nuestro viaje a través de aquel mundo de sensaciones
que nos proporciona Neuman. Sonrisas y algunas lágrimas podían dislumbrarse
entre los rostros de la gente, según iba sonando la primera canción de Plastic
Heaven. Y de repente, ¿hola?, una pausa. Los músicos, de nuevo, iban dejando
atrás del escenario. No obstante, el único sonido que permaneció fue la
distorsión de la guitarra.
Acontecido
aquel parón, volvieron al escenario y
siguieron con la canción. Vimos, a un Paco excitado que terminó de rodillas en
el suelo y usando los pedales de la guitarra con las manos. El viaje estaba
apunto de finalizar y los fans no queríamos despedirnos aún de ellos. Pero,
igual que empezó, nos fuimos alejando poco a poco de aquellas sensaciones,
hasta que la canción se terminó.
Habíamos llegado a la meta, y más de uno
teníamos los ojos acuosos por lo que habíamos vivido aquella noche, en esa
sala. Aún en estado de shock, nos atrevimos a aplaudir aunque con miedo a romper la
emoción de aquel instante. Y cuando se fueron marchando, solamente nos quedaba
decir: “ I have the will”.
PD: Ya nos encargamos de tomarnos una foto con Neuman ;)
Pilaria Shephard Djoko.
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