martes, 19 de febrero de 2013

¡Una velada junto a los padrinos del Grindcore, NAPALM DEATH!





7 de Febrero de 2013, había llegado el gran día. Por primera vez iba a ver a un grupo de grindcore en directo, aunque para ello mis compañeros de concierto y yo tuviéramos que tragarnos tres horas de viaje prácticamente.




Acompañada de Juan Salinas, Kike Voxx y Matthew Mccarthy emprendimos nuestro viaje, saliendo de San Javier a eso de las tres y media de la tarde. Después, tras unas tres horas en carretera aproximadamente llegamos a Almería. Allí, confundidos por el desconocimiento del 
lugar, preguntamos a un hombre sobre la localización de la sala Jala Jala, donde actuarían Napalm Death. 


A las ocho y media de la tarde, nos acercamos a aquel lugar, al que correspondían más unas clases de salsa que un concierto de tal género musical. Con nuestras entradas ya recogidas, tuvimos que esperar media hora más para poder entrar. 






Nueve de la noche con un cartel tal como: Velocidad Absurda, Destino Entierro, Onomasy y Napalm Death como guinda del pastel. Por circunstancias desconocidas, empezaron los Onomasy. Con un ritmo frenético y unos excelentes músicos el grupo nos alumbró con su música durante el tiempo que duró su actuación, aunque hubo tiempo también para las discusiones entre su vocalista y el hombre de la mesa de sonido por unos acoplamientos del micrófono. 

Tras el gran espectáculo que nos ofreció el primer grupo, la sala seguía llenándose poco a poco mientras Destino Entierro se preparaba para salir. Unos veinte minutos, más tarde, el segundo grupo se subía al escenario y empezaban dando caña con la afable presentación del grupo por parte del vocalista. Con unos ritmos más cargados y pesados, y una voz mucho más dura , Destino Entierro nos regalaba su música, deleitándonos así los oídos. Sin percances, ni discusiones. 



Una vez acabo el concierto otorgado por estos representantes del Sludge Metal. Todos nos  golpábamos con ansia contra el escenario. Los Napalm Death, estaban a punto de salir y se olía el nerviosismo y las ganas en el ambiente. Tras unos minutos, veíamos como Shane Embury (bajista y único miembro de la banda que permanece desde su fundación), salía al escenario colocándose su instrumento. Después, veríamos a Mark Greenway, Mitch Harris con una camiseta del grupo anterior y Danny Herrera que tomaba asiento al lado de la batería. 


De repente, entre las aclamaciones y los gritos sonaba “Circumspect”. El grupo inglés, abría su espectáculo de forma explosiva y acompañados de es se sonido que tanto les caracteriza. Y al mismo tiempo que los padrinos del Grindcore nos recordaban las canciones de su último disco: “Errors In The Signals”, “Everyday Pox”, “Protection Racket”, “The Wolf I Feed”, “Nom de Guerre”. Nos ofrecian una selecta selección de albunes anteriores con: “Mass Appeal Madness”, “Practice What You Preach”, “Silence Is Deafening”, “Lucid Fairytale”, “Continuing War On Stupidity”, “Dead” , “Deceiver”, “On The Brink Of Extinction”, “Unchallenged Hate” y “Suffer The Children”.


Además no dudaron en sacar la esencia más propia de ellos mismos, al rememorar las canciones de su disco más mítico “Scum”, con la propia canción que da nombre al trabajo, “Life?”, “The Kill”, “You Suffer” y “Siege Of Power.”


Durante todo el show fuimos testigos de los frenéticos movimientos de Mark a la hora de cantar sobre el escenario. Su baile mezclado, con el rítmico golpear de las baquetas sobre la batería por parte de Danny, la presencia de Shane en el lado izquierdo recordándonos que la edad no tiene nada que vivir para hacer música y las voces agudas y el magnético sonar de la guitarra de Mitch nos hacían vibrar de emoción, al igual que desarrollaban en nuestro interior una fuerza sobrehumana, que nos volvía locos, y provocaba el movimiento de nuestras cabezas.


Desde la perspectiva que me encontraba yo, que era pegada al escenario pude vivir la música en todos y cada uno de los poros de mi cuerpo. Además de sufrir la lluvia de sudor y baba de Mark. Por no hablar de que debido a sus casi esquizofrénicos movimientos, no paraba de golpearme con el cable en la cabeza, y casi me pisa las manos. Por primera vez, asistía a un concierto de tal género, y disfrutaba de la fuerza que ese género proporciona a sus oyentes. Además, el hecho de que Napalm Death nos recordaba que no todos los grupos de Grindcore/Black/Death tienen ideales fascistas. 



Con su peculiar acento entonando el español, Mark nos saludaba y nos recordaba que este año se cumplen 33 años de la creación y nacimiento de Napalm Death. El público coreaba ante tal noticia y espera que sigan muchos años más.

Una menos diez de la mañana. Con “Siege Of Power” se despidieron los Napalm Death y entre gritos de aclamación y peticiones de una más por parte de los allí presentes. Una vez terminada aquella increíble dosis de Grindcore y buena música, la gente se agolpaba para pedirle púas, y fotos al grupo. Por no decir, que más de una persona se subió al escenario en busca de los músicos. Sin embargo, nosotros sin subirnos, conseguimos una foto con el carismático vocalista: 













Pilaria Shephard Djoko.



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